No existe ninguna prueba objetiva única que sirva para medir el dolor. No hay termómetros ni aparatos sofisticados que marquen la intensidad de cuanto nos duele… Ante un mismo dolor -por muy común que sea como un esguince- no hay dos pacientes que lo sientan y valoren de la misma manera: para uno puede ser una molestia leve y para otro un dolor muy severo.
Guía del paciente de la unidad del dolor
El que mejor conoce tu dolor eres tú
Tu médico necesitará que le ayudes para determinar qué es lo que te pasa. Si tienes dificultad para expresar lo que te ocurre, puedes utilizar nuestra guía para definir el dolor. Es importante que realices un seguimiento continuado de la evolución de tu dolor porque nadie como tú sabe dónde te duele, cuándo y qué sensación te produce.
Técnicas intervencionistas contra el dolor crónico
Tras estudiar bien tu situación y normalmente cuando la combinación de tratamientos más conservadores como los farmacológicos, la rehabilitación, o el apoyo psicológico… no den los resultados esperados, los especialistas de tu Unidad del dolor podrán proponerte distintas técnicas intervencionistas contra el dolor.
Incluso podrían recomendártelas directamente para acelerar tu recuperación de manera que puedas volver a normalizar tu vida cuanto antes.
Tratamiento del dolor con fármacos
Después de estudiar tu caso, tu médico especialista de la Unidad del Dolor evaluará distintas alternativas y te propondrá el tratamiento más adecuado para aliviar tus molestias. En función del tipo de dolor y tu evolución seguramente te prescribirá medicamentos.