Las mujeres que sufren dolor pélvico lo saben bien: es difícil de controlar y llega a condicionar todo nuestro día a día, alterando la actividad laboral, las relaciones familiares y de amistad y por supuesto las relaciones sexuales…
Se trata de un dolor visceral profundo; sus síntomas, intensidad y localización varían casi de mujer a mujer: puede ser un continuo o intermitente con brotes de dolor agudo intenso y de corta duración.